Las cifras crecen en cada región del país y tres de cada cuatro contagios se dan en menores de 40 años.
El último Boletín Epidemiológico Nacional volvió a encender alertas: los casos de sífilis alcanzaron niveles inéditos en Argentina y la tendencia sigue en ascenso. Solo en 2024 se notificaron 36.917 diagnósticos.
En lo que va de 2025, el país igualó esa cifra. El incremento no solo es sostenido, sino que afecta de manera especial a adolescentes y adultos jóvenes.
La epidemia, que ya venía en crecimiento desde hace más de una década, mostró un salto significativo en los últimos años. El descenso observado durante la pandemia respondió más a la baja en la consulta médica y al menor acceso al testeo que a una disminución real de la transmisión.
Dónde y en quiénes avanza más rápido

Entre las semanas epidemiológicas 1 y 44 de 2025, se notificaron 36.702 casos, lo que representa un aumento superior al 20% respecto del mismo período del año anterior. Los registros confirman un comportamiento homogéneo: todas las regiones del país muestran subas.
La Patagonia aparece como una de las zonas más comprometidas, con un crecimiento del 32% en provincias como Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz, Tierra del Fuego y La Pampa. En Cuyo, los contagios aumentaron un 24% y se consolidaron como una tendencia sostenida.
Las tasas provinciales también muestran diferencias marcadas. Córdoba encabeza el ranking nacional, con 220 casos por cada 100.000 habitantes. Detrás se ubican San Luis (190), Jujuy (181), Chaco (159) y Tierra del Fuego (145).
En la Ciudad de Buenos Aires se observó un incremento importante: 43 casos cada 100.000 habitantes, el doble que en 2023.
Pero el rasgo más claro está en la edad de quienes se contagian. El 76% de los diagnósticos de 2025 corresponde a personas de entre 15 y 39 años. Los grupos de mayor incidencia son los de 20 a 24 y 25 a 29 años.
Entre los más jóvenes, las tasas son notablemente más altas en mujeres, mientras que a partir de los 35 años la tendencia se invierte y predominan los contagios en varones.
Cómo se transmite y porque preocupa

La sífilis es causada por la bacteria Treponema pallidum y se contagia por contacto sexual directo con lesiones presentes en genitales, ano, boca o recto.
También puede transmitirse durante el embarazo, generando sífilis congénita, una de las causas prevenibles de mayor impacto en recién nacidos.
La infección avanza por etapas: comienza con una úlcera que suele pasar desapercibida, continúa con síntomas generales como fiebre o lesiones cutáneas, y luego puede entrar en períodos silenciosos.
Sin tratamiento, puede causar daños severos en el sistema nervioso, el corazón y otros órganos. Además, incrementa el riesgo de adquirir o transmitir VIH.
Los especialistas coinciden en que el aumento actual responde a una combinación de factores: menor uso del preservativo, dificultades de acceso al diagnóstico, infecciones frecuentes, baja percepción de riesgo en los más jóvenes y falta de campañas sostenidas de prevención.
Frente al avance sostenido de la sífilis, el Ministerio de Salud reforzó la entrega de penicilina (el tratamiento estándar) y la expansión de pruebas rápidas en centros de atención primaria.
También se actualizó el protocolo nacional para mejorar la detección en embarazadas, jóvenes y personas con mayor exposición. A nivel local, provincias y municipios sumaron operativos de testeo y campañas puntuales.
Una epidemia que exige seguimiento
El escenario actual muestra que la sífilis no solo crece, sino que se instala como un problema sostenido para la salud pública. Los contagios aumentan en todo el país, afectan especialmente a jóvenes y se multiplican en provincias que ya venían con cifras altas.
Con una enfermedad prevenible y curable, el desafío está en sostener políticas de prevención, educación sexual y acceso rápido al diagnóstico.
Sin campañas permanentes y una estrategia clara a largo plazo, la tendencia difícilmente se revierta. La curva, por ahora, sigue en ascenso y la respuesta deberá ser constante para evitar que los récords actuales sigan creciendo.
