Este martes dio el último adiós uno de los presidentes más determinantes del deporte local.
Uno de los dirigentes más influyentes de la historia del fútbol marplatense nos dejó en las últimas horas. Jorge Bosco, dirigente emblemático del fútbol local y expresidente de la Liga Marplatense de Fútbol (LMF), falleció este martes a los 86 años, lo que generó una profunda conmoción en el ambiente deportivo y social.
Su nombre quedó ligado de manera inseparable al crecimiento, la organización y la proyección del fútbol marplatense durante más de cuatro décadas. En ese período ocupó distintos cargos dirigenciales hasta llegar a la presidencia de la liga, donde permaneció 22 años.
Una vida ligada al fútbol
Nacido el 8 de enero de 1939 en Mar del Plata, Bosco tuvo sus primeros pasos en el deporte como jugador en Almagro Florida y Boca Juniors de Mar del Plata. Aquella experiencia inicial dentro de la cancha sería el punto de partida de un camino que, con el tiempo, lo llevaría a convertirse en uno de los dirigentes más respetados del fútbol del interior del país.
Su vínculo con Almagro Florida fue inquebrantable, y luego de su trayectoria como jugador, comenzó su recorrido dirigencial en este club dentro de la Liga Marplatense.
Bosco y su ciclo como presidente
Bosco asumió la presidencia de la Liga Marplatense de Fútbol en 1992 y permaneció en el cargo durante 22 años consecutivos, hasta 2014. Fue uno de los mandatos más extensos y trascendentes en la historia de la entidad, con decisiones que cambiaron al fútbol local.
Durante ese período, impulsó una fuerte modernización administrativa y defendió con firmeza la autonomía y el protagonismo del fútbol de la ciudad. Uno de los hitos más recordados de su gestión fue la consolidación de los Torneos de Verano, que posicionaron a Mar del Plata como una plaza central del calendario futbolístico nacional.
La venta del Estadio San Martín también se gestó bajo su mandato. Con el dinero de la gestión, más de diez clubes lograron construir sus villas deportivas.

Imagen: La Capital Mar del Plata
Además, Bosco fue un convencido del desarrollo del fútbol formativo. En distintas entrevistas, remarcó que el crecimiento del deporte debía construirse “desde abajo”. Además de su habilidad para negociar y administrar, entendió a los clubes como un espacio de contención social para los niños y adolescentes.
Proyección nacional y reconocimiento institucional
El trabajo de Bosco trascendió el ámbito local. Durante casi dos décadas integró organismos de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y participó en el Consejo Federal y en espacios donde se debatían las políticas del fútbol del interior. Desde allí, defendió la importancia de las ligas regionales y el federalismo deportivo.
Además, en su paso como dirigente de la AFA, desarrolló una entrañable amistad con Julio Humberto Grondona, en ese entonces presidente del ente nacional, y aseguró haber aprendido mucho de él.
En noviembre de 2024, su trayectoria recibió uno de los máximos reconocimientos institucionales: el Honorable Concejo Deliberante lo distinguió como Ciudadano Ilustre de Mar del Plata, en homenaje a su aporte sostenido al deporte y a la vida comunitaria de la ciudad.

Imagen: La Capital Mar del Plata
Las despedidas y el recuerdo de sus pares
Tras conocerse la noticia de su fallecimiento, dirigentes, clubes y referentes del fútbol local expresaron su dolor. El actual presidente de la Liga Marplatense, Roberto Fernández, lo recordó con emoción: “Jorge era un luchador. Hace un mes me invitó a comer y hoy siento que fue una despedida”.
Otro histórico dirigente, Ricardo Charlier, destacó su influencia personal: “Fue mucho en mi vida. Aprendí muchísimo”, señaló al recordar los años compartidos.
Un legado que trasciende las canchas
Más allá de los cargos que ocupó y los logros institucionales, Jorge Bosco será recordado como un dirigente apasionado, defensor del fútbol local y formador de generaciones. Su figura quedó asociada a una etapa de crecimiento, orden y protagonismo del fútbol marplatense, que hoy lo despide con respeto y gratitud.
Su legado perdurará en cada club, cada torneo y cada cancha donde el fútbol siga siendo una herramienta de encuentro para la comunidad.
