El alcalde de Nueva York fijó el viernes como plazo tope para cumplir con la obligación de vacunarse contra el Covid-19.

Alrededor de 3.000 empleados de la ciudad de Nueva York, entre ellos funcionarios, policías, bomberos, personal sanitario y profesores, serán despedidos si persisten en su rechazo a ser vacunados contra el coronavirus.

En Nueva York, la obligatoriedad de la vacuna fue decretada en octubre pasado por el entonces alcalde Bill de Blasio y ratificada por su sucesor, Eric Adams, que además avisó que el 11 de febrero sería el último día de trabajo para los funcionarios no vacunados.

La inminente medida se dará en medio del creciente descontento en el país por las restricciones para luchar contra la pandemia, que empujó a varios estados a levantar la obligatoriedad del uso de barbijos en interiores.

«Tienes que vacunarte. Si no cumples las normas, estás tomando esa decisión», dijo ayer Adams en una conferencia de prensa. «Todo el mundo lo ha entendido», sostuvo el Alcalde, que lleva unos 40 días en el cargo.