Las playas Del Museo y Constitución podrán quintuplicar los espacios de sombra pagos. La oposición levantó la voz, pero no logró frenarlo.
Todo lo que se pudiera hacer antes del recambio legislativo, se hizo. Al Concejo le entró el apuro y pese a las críticas de la oposición sobre las implicancias legales de la medida, el oficialismo aprobó los cambios en las concesiones para explotar tres playas de la zona norte: Beltrán Norte, Constitución y Del Museo.
¿Qué permite la nueva concesión a los balnearios?
En temporadas flacas, nadie quiere perderse de hacer negocios. Los nuevos cambios habilitan quintuplicar la cantidad de espacios de sombra pagos y construir más obras en espacios que, originalmente, no estaban habilitados. Los pedidos fueron realizados por las empresas Star Beach y Agencia La Toca.
¿Explicaciones? Ninguna. Se aprobó por mayoría con votos positivos del interbloque del PRO, radicalismo y Coalición Cívica más La Libertad Avanza, el Frente Renovador se abstuvo y Unión por la Patria y Acción Marplatense votaron en contra.
Estos nuevos permisos representan la incorporación de cambios sustanciales de las condiciones previstas en los pliegos con respecto a las obras a realizar, del plazo de los contratos ( fue duplicado de 10 a 20 años) y de los servicios a explotar.
Una cláusula para “calmar las aguas”
Para que no parezca que todo es en favor de los privados y su máquina de hacer billetes, el radicalismo propuso una cláusula de “compensación”. Las dos firmas deberán aportar financiamiento para mejorar el desagüe pluvial de Constitución y la costa.
En las ordenanzas quedó redactado que el Ejecutivo “determinará el monto total del aporte, considerando la magnitud de las modificaciones autorizadas, la superficie adicional afectada al uso concesionado, el valor económico del beneficio otorgado y los costos de referencia de obras de infraestructura pública”. Todavía no hay certezas de cuál será ese monto.
El avance de las concesiones y la reducción del espacio público
Hace años que los habitantes de Mar del Plata y la ONG en Defensa de las Playas Públicas denuncia el avance de los privados. La reducción de espacios públicos, los obstáculos en los accesos y los problemas ambientales y de infraestructura son solo algunos de los reclamos.
En algunas playas, la privatización llega al 80% del espacio. Pero, nuevamente, la voz de la gente no fue escuchada. Los negociados siguen ganándole al sentido común. Aquellos que quieran disponer de un pedacito de arena para tomar unos mates, deberán irse cada vez más lejos.
