El Aquarium de Mar del Plata: cierre, abandono y un conflicto que no termina.

A meses de la clausura definitiva, las denuncias de los vecinos no cesan y el estado de algunos animales es alarmante.

El reciente allanamiento en el predio donde funcionó durante décadas el Aquarium de Mar del Plata volvió a poner en agenda una historia que no terminó con el cierre del parque. Además de la investigación judicial en curso por presunta contaminación, este episodio reavivó un debate más amplio sobre las condiciones en las que quedó el lugar y sobre todo el destino de los animales, que quedaron en estado de abandono.

Aquarium: un cierre con varias dudas

El Aquarium cerró sus puertas en marzo de 2025, después de más de 30 años de actividad. La empresa concesionaria expresó en aquel momento que la decisión se debía a la imposibilidad de renovar el contrato de alquiler del predio. De todas maneras, en el anuncio no se especificó qué sucedería con los animales y la gestión del espacio.

Desde el inicio, el cierre generó preocupación entre vecinos y organizaciones proteccionistas, que advirtieron que el fin de las actividades no implicaba el fin de las responsabilidades. El acuario dejó de recibir público, pero siguió albergando fauna silvestre bajo cuidado humano, una situación que exige controles constantes y condiciones adecuadas.

Denuncias por abandono y falta de mantenimiento

Meses después, las denuncias por presunto abandono crecían y complicaban al Aquarium, que parecía haberse desligado de toda responsabilidad vinculada a las instalaciones y los animales. Vecinos y organizaciones difundieron imágenes del predio con sectores visiblemente deteriorados, piletas con agua turbia y animales que, según señalaron, no recibían el cuidado necesario. Estas denuncias derivaron en presentaciones judiciales e inspecciones por parte de organismos municipales y provinciales.

Desde la empresa que administró el Aquarium negaron reiteradamente cualquier situación de abandono y aseguraron que el personal especializado continuaba asistiendo a los animales. Aun así, las versiones contrapuestas alimentaron una fuerte polémica pública, especialmente en torno a los delfines y otros mamíferos marinos que no podían ser liberados en su hábitat natural.

El impacto ambiental, un problema de fondo

Imagen: Clarín

Más allá del estado de los animales, también está el impacto ambiental que genera el predio. Vecinos de la zona denunciaron durante años descargas irregulares de líquidos al sistema pluvial y al mar. Estas advertencias cobraron mayor relevancia tras el cierre, cuando el mantenimiento general del lugar quedó en duda.

El allanamiento reciente se enmarca en ese contexto: una causa que investiga si desde el predio se produjeron pérdidas contaminantes que podrían haber afectado el ambiente costero. Para los denunciantes, el procedimiento judicial confirma que el problema no es nuevo y que el deterioro del lugar habría sido progresivo.

Antecedentes de conflictos dentro del mismo Aquarium

Este no fue el primer episodio conflictivo en la historia del Aquarium. A lo largo de los años, distintas organizaciones cuestionaron las condiciones de cautiverio, la explotación con fines recreativos y la falta de políticas claras de conservación. También se registraron reclamos laborales y denuncias vinculadas al manejo de residuos y al uso intensivo de recursos naturales.

El cierre del parque, lejos de terminar con esas discusiones, las profundizó. La ausencia de actividad comercial dejó a la vista problemas estructurales que habían sido advertidos años atrás, pero que ahora estaban expuestos sin el respaldo de una operación regular.

Imagen: Filo News

Un debate que trasciende al Aquarium

El caso del Aquarium de Mar del Plata se enmarca en una discusión más amplia sobre el rol de los acuarios y zoológicos. Cada vez más sectores cuestionan el cautiverio de animales marinos y reclaman alternativas centradas en la conservación y la educación ambiental sin explotación.

Hace unos días, la muerte de una Orca emblemática de Mundo Marino también fue noticia. Se filtraron videos de cómo había vivido por 36 años, en su tanque. Más allá del rescate del animal la pregunta es otra, ¿cuáles son las condiciones en las que se los obliga a vivir una vez rescatados?

El futuro del lugar, así como las responsabilidades pendientes, continúa como una incógnita. Por el momento, una ciudad sigue expectante de lo que suceda con lo que queda del Aquarium.