Días después del aumento del boleto del colectivo, el taxi incrementó en un 20% el servicio.

Días después del aumento del boleto del colectivo, el taxi incrementó en un 20% el servicio.

Los usuarios del transporte público en Mar del Plata viven horas complicadas en torno al nuevo panorama tarifario. El 1° de diciembre ya se había aplicado un ajuste en el boleto del transporte urbano: el boleto pasó a costar $1.550. 

Este fin de semana, se sumó el incremento en las tarifas de taxis y remises: el servicio ahora tiene una bajada de bandera de $2.250 en horario diurno, lo que representa un aumento del 20 % respecto a los $1.875 anteriores. 

Así, en pocas jornadas, dos de las principales opciones de transporte urbano en la ciudad registraron subas, lo que plantea interrogantes sobre el impacto en el bolsillo de los marplatenses, más aún en la temporada de verano que se asoma.

Cómo quedaron los nuevos valores en taxis

El ajuste en los taxis fue aprobado por mayoría del Concejo Deliberante de General Pueyrredón. La escala tarifaria vigente desde el sábado detalla lo siguiente:

  • Horario diurno (de 6 a 22): bajada de bandera $2.250; cada 160 metros recorridos o minuto de espera, $150; igual valor para equipaje extra.
  • Horario nocturno (de 22 a 6): bajada de bandera $2.700; ficha, espera o equipaje extra a $180 cada una.

Imagen: Legislaturas Conectadas

Desde el gremio, admiten que su cálculo de costos reflejó una necesidad de ajuste mayor (alrededor de 40 %), pero optaron por solicitar un 20 %, buscando no sobrecargar a los usuarios en un contexto económico difícil. Además, denunciaron la competencia de aplicaciones de viajes que operan en la ciudad sin regulación, lo que agrava los costos de los taxistas tradicionales. 

Por su parte, la ordenanza no fue inmediatamente publicada en Boletín Oficial, pero de todos modos el servicio ya adoptó la tarifa nueva desde el sábado, sin anuncio oficial. 

¿Qué motivó los aumentos? Costos, inflación y transporte urbano

Las autoridades aceptaron que los costos operativos (combustible, mantenimiento, repuestos, seguros) crecieron mucho en el último año, razón por la cual se presentó un nuevo pedido de aumento. 

En paralelo, el transporte público de colectivos también había revisado sus valores: el boleto pasó a $1.550. Esto responde a una situación similar: aumentos de costos, menor subsidio estatal, caída en la demanda post pandemia y necesidad de asegurar la sustentabilidad del sistema. 

La conjunción de estas decisiones muestra que en Mar del Plata, los servicios de movilidad están siendo readecuados casi simultáneamente, reflejando el agitado contexto económico nacional.

El impacto para los usuarios y las dudas que quedan sin resolver

Para muchos vecinos y turistas, la combinación de tarifas más altas en taxis junto a un boleto de colectivo ya incrementado supondrá un cambio en sus hábitos de movilidad. Un viaje corto en taxi que antes podía considerarse accesible, ahora tiene un costo inicial considerable; mientras que los colectivos, aunque siguen siendo más económicos, también pesan en el presupuesto familiar.

Quedan varias inquietudes por resolver: por un lado, cómo reaccionará la demanda de taxis ante el aumento de costos y una demanda incierta. Por el otro, si el ajuste será suficiente para que los taxistas cubran costos reales. Según las propias entidades, el 20 % aprobado es una señal de cautela, pero no de compensación plena. 

Asimismo, la decisión de aplicar la suba antes de publicar la ordenanza en el boletín oficial generó críticas por la falta de transparencia de parte del gobierno municipal. 

Un contexto más amplio: transporte urbano en revisión

Imagen: Wikipedia

Este ajuste tarifario se da en un contexto en el que el transporte en Mar del Plata se está mostrando como foco de constantes revisiones. La suba del colectivo se sumó a una etapa donde las empresas advirtieron problemas de financiamiento, caída de usuarios y necesidad de adaptar la tarifa a costos actuales. 

Ahora, los taxis también encaran un reajuste, aunque con cautela. La pregunta que muchos se hacen es si, con estas actualizaciones, el sistema de transporte local logrará mantenerse a flote, o si aumentos sucesivos terminarán erosionando la demanda.