La medida se da por ordenanza municipalidad y será en balnearios privados y concesionados.
La nueva temporada de verano en Mar del Plata llega con novedades, y una de ellas es que se implementarán oficialmente sanciones por fumar en las playas. La medida, basada en la Ordenanza 25.845 y sancionada en 2022, penalizará económicamente a aquellos que consuman tabaco en zonas ahora catalogadas como libres de humo.
Hasta ahora, la norma había sido gradual, ya que los balnearios privados y concesionados recibieron tiempo para adaptarse, con la correspondiente instalación de espacios libres de humo, zonas específicas para fumadores y colocación de recipientes para colillas antes de que se activaran las sanciones.
¿Qué establece la normativa?
Según la normativa vigente, los balnearios deben señalizar claramente zonas para fumadores y mantener espacios libres de humo. En esos espacios se deben colocar recipientes para desechar colillas.
A partir de esta medida, fumar fuera de las zonas permitidas queda prohibido, y quienes incumplan se expondrán a multas que oscilan entre $50.899 y $508.992, equivalente al 0,15 % al 1,5 % de 100 salarios mínimos municipales, según la gravedad del incumplimiento.
La regulación abarca balnearios privados, concesiones municipales y provinciales, unidades turísticas fiscales, el complejo Punta Mogotes, entre otros.
¿Por qué la demora entre sanción y multas reales?
A pesar de que la ordenanza fue aprobada en 2022, las multas tardaron en llegar. La ciudad priorizó una etapa de adaptación: ajustar balnearios, señalización, aplicar recipientes y generar campañas de concientización.
Este enfoque gradual buscó evitar la sanción inmediata a aquellos fumadores desprevenidos o a concesionarios sin tiempo de adecuación. Al cumplirse ese período de poco más de tres años, la prohibición pasó de ser simbólica a efectiva.

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El problema real: contaminación oculta de colillas
El foco de la normativa no es sólo la prevención del humo, sino también el impacto ambiental de las colillas. Los filtros de cigarrillos contienen materiales plásticos, como acetato de celulosa, que no se biodegradan fácilmente.
Una sola colilla puede contaminar entre 8 y 10 litros de agua de mar y hasta 50 litros de agua dulce.

Cortesía de El destape
Pero eso no es todo, las colillas pueden tardar entre 10 y 12 años en degradarse. Durante ese tiempo liberan sustancias tóxicas (nicotina, metales pesados, disolventes) que pueden afectar ecosistemas marinos, suelos y cuerpos de agua.
Por estas razones, a nivel mundial las colillas son consideradas uno de los residuos plásticos más frecuentes en playas, con un impacto persistente.
Un paso hacia la sostenibilidad costera
La normativa en Mar del Plata busca ir más allá de la sanción. Obligar a colocar recipientes para colillas y delimitar zonas para fumadores apunta a fomentar hábitos responsables entre turistas y habitantes.
Si la medida se cumple, podría reducir significativamente la cantidad de filtros depositados en la arena, disminuir la carga de contaminación plástica y mejorar la calidad del agua y del entorno costero.
También promueve un cambio cultural: tirar una colilla no es un pequeño acto inofensivo, sino una acción con impacto ambiental duradero.
Interrogantes e incertidumbre por el cumplimiento
Pese al avance de la medida, no está claro cómo se realizarán los controles: si habrá inspectores, denuncias ciudadanas o responsabilidad directa de los balnearios. Tampoco se sabe con certeza si la prohibición se extenderá a todas las playas públicas del partido.
Por este motivo, que esta medida prospere dependerá en gran parte de la voluntad de los locales y, por supuesto, de los turistas.
